Sitting In The Edge Line

Sangre sube, sangre baja; y de repente, una explosión. ¡Boom! Saturación. Como si cayese gota a gota; al final todo se acumula. Al final todos acabamos reventados contra el suelo; rodeados de un charco de ideas que brotan de tu cuerpo; y se descomponen en trozos de ira que resbalan por los poros de tu piel. Furia; es algo natural, a veces simplemente lo necesitas; gritar, llorar, reír como una loca sin sentido. No es cuestión de que lo quieras o no evitar; simplemente no lo puedes controlar. A veces simplemente sientes que todo el mundo te desespera, que su comportamiento es ilógico; que todo está en contra de ti. Y llega esa furia, ese momento en el que te puede la soberbia, el orgullo; que llegas a la cima en la que sientes que todo el mundo es idiota menos tu. Y dura poco. Lo suficiente como para volver a dejarse caer sobre la alfombra y dejar brotar un par de lágrimas de cocodrilo. Y explotar, boom, explotar.

No es malo; ni siquiera es incómodo. Al final acaba haciéndote más fuerte.
Es natural. 


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